Hygge. Esta palabra danesa sin posible traducción al castellano esconde un secreto entre sus letras. Y es que hygge hace referencia a la curiosa filosofía de vida de los habitantes de este país. ¿Que qué es hygge? Tranqui, tronqui, estoy aquí para contartelo (y para ayudarte a implantarlo en tu life).
Empecemos por el principio. Copenhague es considerada una de las ciudades con un mayor nivel de vida del mundo y también el país más feliz del mundo, y esto tiene que ser por algo. Pero no pienses que van de ricos, que la ciudad muestra su alto nivel de vida basándose en la ostentación, NO. Ellos son más de disfrutar de la felicidad de las cosas pequeñas, de los detalles, del relax y el confort, de la familia y el hogar.
Y es que esta palabra (que si no te digo que se pronuncia «juga» no sabrías ni pronunciar a medias) recoge todo eso, y es aplicable a cualquier situación y momento, y es la filosofía que transmitirá todo a tu alrededor si vas de viaje a Copenhague. Respirarás su tranquilidad en cada esquina, y podrás integrarte y vivir el hygge en cualquier rinconcito de la ciudad.
Pero el hygge también tiene un carácter social. Prueba a saludar y hablar un rato con cualquier persona maja que veas por la calle en Copenhague, te atenderán encantados (ojo cuidado, que son todos muy majis pero como siempre hay excepciones, no te vuelvas loco tampoco y empieces a acosar a la población danesa).
Ah claro, ya sé lo que estás pensando, que al volver de tu viaje a Copenhague vas a querer implantar el hygge en España. No lo dudes, HAZLO. Lo más importante de todo es que lo practiques un poquito cada día, y que acostumbres a toooooodos a tu alrededor a practicarlo. ¿Que te tacharán de loco? Puede, pero y lo felices que vamos a ser todos qué, eh? Es encontrar un ratito para relajarse y hacer algo que te guste junto a alguien a quien quieres, y habrá sonrisas, muchas sonrisas, seguro.
El sitio no importa, vale tu habitación y una buena peli, vale en una barbacoa con amigos, vale un concierto, vale CUALQUIER COSA. Pero si quieres ceñirte a lo que vives al viajar a Copenhague, hazlo en casa (ellos no entienden por qué siempre tenemos que reunirnos en bares y abrimos tan poco nuestra casa a los demás). Además, si lo hacéis en grupitos pequeños mejor que mejor, porque los grupos grandes al final acaban rompiendo la armonía del hygge. (Que no quiere decir que los españoles tengamos que aplicarlo al 100%, que una buena fiesta de vez en cuando no nos viene nada mal).
Pero sí, si seguimos del todo la regla aprendida viajando a Copenhague, deberíamos evitar esas situaciones anti-hygge. Un truco para disfrutar de hygge danés al máximo es evitar los temas tabú. Deja la política a un lado, nombrar el estrés y los agobios está prohibido. Estamos en un momento de relajación, recuerda, así que hay que dejar todo lo que pueda traernos polémica a un ladito, bien guardado.
Ah, sí! Las reglas del buen practicante del hygge también hablan de la comodidad. Y eso lo tenemos facilísimo: pijama, peli, manta. Los domingos son el día perfecto para experimentar el hygge en España. Y ya si te convence pues lo repites.
Pero lo mejor del mundo es vivirlo primero en tus propias carnes, en Copenhague, donde se respira el hygge original, el de verdad. Así que nada, puestos a viajar nos montamos un airhopping, vamos de viaje a Copenhague y comparamos felicidades entre países, ¿no?