Viajar y comer, comer y viajar… las pongas en el orden que las pongas, son dos de las mejores cosas que se pueden hacer, y si se hacen juntas, ¡mejor! Descubrir platos y sabores nuevos cuando viajas a otro país es una pasada. Por eso, en este post queremos contarte los manjares que podrás probar si tu viaje multidestino pasa por Francia. Si te faltaban motivos para viajar, las delicias de la comida típica de Francia acabarán por convencerte de que la mejor idea que has tenido hace tiempo es irte de viaje multidestino.
Fondue de queso
¿Puede haber algo más rico que mojar pan en un delicioso queso fundido? ¡Muy pocas cosas se nos ocurren! Compártela con amigos y mojad también patatas, verduras o incluso carne. Aunque sea un plato común en Francia, la realidad es que la fondue de quesos es un plato suizo. Surgió de la necesidad de los pastores de aprovechar trozos de queso secos y duros y elaborar un plato caliente. Hoy se suele hacer fundiendo quesos variados, como el gruyère, el emmental o vacherin.
Quiche lorraine
Otro de los platos estrella de la gastronomía francesa es la quiche. Rellena de carne, queso, verduras o jamón es perfecta y asequible para probar en tu viaje a Francia. Encontramos su origen en la región de la Lorena, de ahí su nombre, en el siglo XVII. Tiene múltiples variantes pero algunos de sus ingredientes son fijos: huevos, masa quebrada y nata.
Crepes
Seguramente sea la masa de harina, leche, huevos y mantequilla más famosa del mundo. De origen medieval, las crepes dulces y saladas hacen hoy las delicias de locales y turistas, y además son perfectas para los presupuestos más ajustados. Si pillas un día de sol y tiempazo en París, pídete unas crepes para llevar y siéntate en los jardines cercanos a la Torre Eiffel: planazo asegurado.
Sopa de cebolla
Esta sopa hecha a base de cebolla caramelizada es otro de los platos típicos de la gastronomía francesa, y es perfecta para los días más fríos. Se cree que esta sopa es muy antigua, y se creó incluso antes del siglo XIV. Ya desde ese momento, la servían sobre un trozo de pan; costumbre que se mantiene en algunos restaurantes.
Foie gras
Este plato de origen egipcio es hoy uno de los manjares más deseados de la cocina francesa. Procede, normalmente, del hígado graso de ocas, aunque también puede proceder de patos o gansos. Hoy en día, existe una gran controversia por su elaboración, que está prohibida en unos 15 países. Como sabrás (y si no, te lo contamos), se elabora hipertrofiando el hígado de las aves. Si te interesa saber más, investiga por tu cuenta, no queremos espantar a los más aprensivos 😉
Pain au chocolat
Estos bollos de hojaldre crujiente relleno de chocolate son una auténtica perdición. Pídelos en cualquier pastelería y alucina con su sabor. Su nombre “pan con chocolate” nos dice mucho de su origen. Y es que al principio, eran eso: pan con chocolate. Poco a poco la masa fue evolucionando hasta este hojaldre con mantequilla que le da ese toque único a estas napolitanas.
Confit de canard
El confit de pato o confit de canard en francés es originario de la Gascuña, aunque está extendido en todo el territorio de Francia. Tiene siglos de antigüedad y en algunos lugares lo siguen preparando al modo tradicional: salando la pata de un pato o ganso y cocinándola en su propia grasa (sí, te hemos hecho un resumen de la receta, conseguir un confit francés es algo más complicado que eso). ¡Una delicia que sí o sí tienes que probar!
Ratatouille
La mejor forma de comer verduras de temporada la inventaron los franceses y es el ratatouille. Este plato protagonista de una película de Disney suele estar hecho de calabacín, tomate y cebolla, pero la receta tiene variantes y algunos chefs le añaden pimientos, berenjenas u otras verduras de temporada.
Tarta Tatin
Sin duda, uno de los postres más famosos de Francia. Esta tarta invertida está hecha de manzanas caramelizadas en mantequilla y azúcar, colocadas sobre una base de masa quebrada. Según dicen, esta tarta se creó por accidente en el Hotel Tatin, de donde se supone obtuvo su nombre, por un despiste de la cocinera. Las manzanas se cocinaron algo más de la cuenta y, para no tirarlas, les puso la masa por encima. Luego, al darle la vuelta a la tarta, el resultado les gustó y desde entonces, hasta ahora.
Baguette
¿De verdad pensabas que íbamos a terminar nuestro post de comida típica de Francia sin hablar de las baguettes? ¡Qué poco nos conoces! Este crujiente pan de trigo con forma alargada es una de las insignias de la cocina francesa. Sin embargo, hay quienes apuntan a que los orígenes de este tipo de pan estarían en Viena, cuando en el siglo XIX se empezó a utilizar el horno de vapor para cocinar panes más parecidos a los que conocemos hoy. Otros, en cambio, aseguran que es obra de los panaderos de Napoleón, que dieron esta forma al pan para que los soldados pudieran guardarlo en sus bolsillos. Sea cual sea su origen, están riquísimas. Antes de volver de tu viaje, prueba una y verás la diferencia con las que hacemos aquí.
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