Si te preguntan por tu ciudad favorita del mundo, ¿te viene rápido una a la cabeza?
La respuesta que acabas de dar a esa pregunta te puede definir como viajero superultramegaexpertotop o como todo lo contrario. Y es que tener una ciudad favorita casi que se vuelve imposible cuanto más viajas, ¿no crees?
Puedes ser de los típicos, de los del «Oh, mi city favorita es París porque es muy cuqui», «me encanta Roma porque es super blablablablablabla», «amo Budapest y Copenhague porque las vi juntas en mi airhopping y me enamoré de su fiesta». Pero a medida que viajas, que vas descubriendo mundo, va costando más y más elegir. Y jo, te encantaría poder responder a la question, pero es que ya no puedes.
Porque cada sitio tiene cosas inolvidables que claro, si escojes uno estás desprestigiando otro, y te niegas rotundamente a eso, OSEA NO.
Porque las personas hacen mucho en un viaje, y si te enamoraste poquito a poco de Ámsterdam fue gracias a X, pero es que después quedaste prendido de Budapest por culpa de Y. Entonces, ¿cómo lo hacemos? No vas a elegir ciudad favorita si hay tantas que disfrutaste tanto rodeado de tan buena gente.
Porque en nosedonde se come fenomenal, pero después fuiste a nosedondemás que también tiene una cocina de escándalo. Entonces qué, ¿lo echamos a suertes?
Porque es que ese fue tu primer viaje al extranjero y le guardas un recuerdo especial a la ciudad. Porque ese fue tu viaje fin de carrera y claro, era el viaje que tanto llevabas esperando. Porque es el viaje de luna de miel. O porque (inserte momento especial e inolvidable de la vida aquí).
Vamos a ver, ¿quién te obliga a elegir?
Cada viaje es una experiencia única, irrepetible.
Y cada ciudad es única, irrepetible.
Entonces, que sí, que si te cuesta millones elegir tu ciudad favorita, don’t worry, te entendemos. Cada vez somos más los que nos sumamos al espíritu wanderlust y decimos no a las ciudades favoritas, preferidas y blablabla.
¡Nuestra ciudad favorita es el mundo! ¿Y la tuya?
